Mamma Green

Alternativas vegetales

Miel y azúcar

Azúcar y qué más

Otra de las ventajas de ser vegan es que no solo descubres alternativas vegetales si no también alimentos nuevos que antes desconocías. Es lo que me ocurrió a mí con los endulzantes. Antes conocía el azúcar blanco o moreno y la sacarina o aspartamo, nada más. Con los años también ha surgido un mayor interés general por buscar lo natural por lo que encontramos una oferta mayor de edulcorantes. Si bien el azúcar es vegano podemos inclinarnos por otras opciones.

Todos sabemos que el consumo excesivo de azúcar puede derivar en enfermedades como diabetes, obesidad, problemas dentales o cardíacos. En Mamma Green no somos dietistas ni te vamos a decir que dejes el azúcar, porque somos les primeres que la consumimos, pero si nos gusta darte alternativas.

A mí lo que más me preocupa y he podido comprobar en mis propias carnes es el poder adictivo del azúcar. Cuando estoy tiempo sin tomarla, me siento bien pero en el momento que la vuelvo a incluir en mi dieta, el cuerpo cada día me pide más. ¿Te ocurre a ti también? 

Hay una explicación para este fenómeno. El azúcar hace que nuestro cerebro libere opioides y dopamina al igual que, en mayor medida, hacen el sexo o las drogas. Es decir, activando el sistema de recompensa del cerebro que nos hace repetir.

 

¿Qué más endulza?

Todas estas opciones tienen un índice glucémico menor que el azúcar, por lo que su absorción es más lenta y beneficia al proceso metabólico, reduciendo los picos de insulina: stevia, eritritol, xilitol o melaza de abedul, fructosa, panela (azúcar sin refinar), azúcar de coco, miel de caña o melaza, dátiles y siropes de agave, de arce o de arroz. 

Teniendo todas estas alternativas a mano podrás prescindir del azúcar, si quieres, claro.  

Azúcar de coco, panela y fructosa

Sirope de arce, agave, arroz y melaza

Xilitol, Stevia y Eritritol

Por qué les vegans no consumen miel de abeja

La miel, comúnmente utilizada también como endulzante, no se considera un alimento vegano, ya que las abejas la fabrican, se alimentan de ella y almacenan el excedente para el invierno y temporadas más duras. No nos pertenece. 

Casi toda la producción de miel proviene de fábricas apicultoras y al igual que en cualquier otro tipo de explotación, les apicultores buscan la productividad y no el bienestar animal.

Las abejas están sometidas a exámenes rutinarios, manipulación, transporte, suministro de alimento artificial, tratamientos con antibióticos y pesticidas, manipulación genética e incluso inseminación artificial.

No se les permite enjambrar, como harían en condiciones normales; la abeja reina se marcha con un grupo de abejas a crear una colonia nueva. En las explotaciones, a la reina se le cortan las alas y se le realiza otro tipo de prácticas para que no se pueda marchar y cuando ya no es productiva se la reemplaza por una más joven.   

Diez abejas producen 4 mililitros de miel en toda su vida. Pero no solo se les roba la miel si no también la cera, el polen, el propóleo y la jalea real, que sirven a las abejas en sus procesos naturales de vida.  

Se ha reducido exponencialmente la población mundial de abejas y muchas de sus especies incluso se han extinguido a causa de la modificación genética. Esto supone un enorme riesgo para el planeta debido a la actividad crucial de polinización que realizan las abejas.

La obtención de la miel para consumo humano no es ni ética ni necesaria. Se altera completamente el ciclo natural de estos animales que son esclavizados y maltratados hasta el día de su muerte.