Mamma Green

Alternativas vegetales

Salsas y condimentos

¿Cueces o enriqueces?

Lo siento, no he podido resistirme. Ese eslogan me persigue desde hace 20 años. Efectivamente, las salsas y condimentos enriquecen y realzan los alimentos que comemos. Son el toque de personalidad que damos a nuestros platos. Marcan la diferencia en nuestro paladar y alimentan nuestras sensaciones.

Sin embargo, algunas de las salsas que conocemos contienen ingredientes de origen animal como lechehuevo y pescado . Si aún no has leído los artículos relativos a estos ingredientes, te invitamos a que lo hagas.

Si especiamos nuestros platos correctamente, los llenaremos de sabores interesantes y estimulantes que nos harán olvidarnos de la carne. Además, en muchas ocasiones no es tanto el sabor de la propia carne lo que nos resulta tan atractivo si no el sabor del aderezo.

Todas las especias son veganas excepto los preparados de aderezo que, a veces, pueden contener leche, huevo y caldo de carne o de pescado. Os proponemos, a continuación, las salsas que son accidentalmente veganas, la mayoría accesibles y conocidas por todes.

Las salsas de tomate (mi favorita es la de estilo casero de Mercadona) y otras como la napolitana o la arrabiata. También la salsa barbacoa, el kétchup y no olvidemos su fiel acompañante, la mostaza.

Las salsas asiáticas como la soja (en casa se compra de litro) o la soja dulce (recomiendo Sweet Rice Sauce de Kikkoman), la agridulce, la Thai Sweet Chili o Sweet Chili, la Teriyaki y la Hoisin o salsa de pato pekinés.

Las salsas y condimentos para les amantes del picante como la guindilla, la mojo picón, la brava, el tabasco, la salsa Sriracha o el wasabi en el interior de un rollito maki.

El guacamole, el hummus y la tahini o tahina, esta última es una pasta de sésamo que sirve como ingrediente en recetas de Oriente Medio, como el hummus.

La mayonesa, particularmente es esencial en mi cocina tanto para la ensaladilla rusa como para hamburguesas o bocadillos. Existen varias marcas que tienen una opción vegana como pueden ser Musa o Hellman’s.

Personalmente prefiero prepararla en casa para poder hacerla a mi gusto. Encuentro que las mayonesas comerciales tienen un punto avinagrado que me desagrada, pero es bueno tenerlas a mano si no tenemos tiempo o no queremos cocinar.

La mayonesa casera se hace en un momento aunque debemos llevar cuidado con la temperatura de los ingredientes y las cantidades para que no se nos corte. 

Yo la preparo con una parte de leche vegetal (soja, arroz o avena) por dos de aceite de girasol u oliva suave, un chorrito de limón, pimienta, ajo en polvo o picado y sal negra del Himalaya para dar el toque a huevo. 

Si preferimos una opción más fácil y sana podemos machacar un aguacate y un ajo, salpimentar y listo. Yo lo llamo ajocate y con boniato asado es una fantasía.

 

Siguiendo con lo sano, podemos aderezar nuestras ensaladas con distintas vinagretas; todas son veganas, excepto las que llevan miel. Descubre porqué la miel no es vegana.

Otras salsas como la verde española, hecha con perejil, ajo y aceite, o la verde mexicana, con cilantro y tomates verdes; o la romesco,  típicamente utilizada para comer los calçots, también son aptas para vegans. 

Volviendo a las especias, ellas serán tus mejores aliadas en la cocina. Por ejemplo, yo utilizo alrededor de 70 especias divididas en tres categorías: las más usadas (pimientas, ajo, cebolla, hierbas provenzales, perejil, cilantro, orégano, albahaca, etc); especias del mundo (curry, griegas, chimichurri, ras-al-hanout, 5 especias chinas, tandoori, wok, etc); y dulces y miscelánea (canela, vainilla, agua de azahar, cardamomo, jengibre, cúrcuma, etc).

Los preparados en sobres son muy cómodos de utilizar porque ya viene la mezcla hecha y, además, existe una gran diversidad (para pasta, carne, pescado, ensalada, barbacoa, mexicano, etc.) 

También encontramos concentrados para cocinar como pasta de miso (hecha a partir soja fermentada), concentrado de curry, jugo sazonador de Maggi o el simple cubito de caldo de verduras.

En el universo de las salsas no podemos olvidar ni la nata ni la bechamel. Para ambas existen bastantes alternativas vegetales en el mercado. 

Marcas como HacendadoSojade, Oatly, Isola, Ecomil, SojasunAlpro o Provamel tienen un sustitutivo de la nata en su gama de productos. Puedes encontrarlas en grandes superficies (en la sección bio) o en tu herbolario de confianza. 

Como alternativa a la nata podemos usar la leche de coco, que es más cremosa. Con la grasa de ésta podemos también montar nata.

Si añadimos un poco de harina o maicena a la nata o leche vegetal, tendremos bechamel vegana. No olvidemos el toquecito de nuez moscada.

En definitiva, existe multitud de especias y salsas que llenarán de color, sabor y alegría nuestros platos veggies.